Afuera el prototipo. Ni santa, ni diabla. Que soy así, que tengo errores y tengo tiempo para solucionarlos. Aceptar, corregir, seguir... porque hay algo mejor esperando, o eso quiero creer. Porque no me tienen que distraer los ruidos de afuera, porque hay una voz en mí que debo escuchar.
¿Si no confío en mí en quien voy a confiar? Confío en que Dios me brinde la calma.