Me sincere.
Decime, te ruego. Llamame, de donde sea, saca mi número. Llamame y animate a contarme... animate a sincerarte vos también. Vos, viejo amor, pasado, ya casi inexistente. Porque en la memoria está. Ahí latiendo como sol de media tarde, iluminando tu soledad de aniversario. Contame... ¿Alguien te devolvió tanto amor como yo lo hice? Contame, decime la verdad, ¿Sonreíste? ¿Pudiste sonreír? ¿Pudiste sentir ese abrazo firme en vos? ¿Quien más...? Me pregunto quien más podrá. Dale, llamame... No. No vas a hacerlo. Solo te pido donde quiera que estés: Acordate de mí, la única que estuvo para vos. Despojate de la careta de falsa felicidad, de chiste sin sentido. Sentate, mirate: solo. Amame, extrañame... Porque no voy a volver. Porque nada va a volver. Porque pasó. Es recuerdo, recordame. Yo si lo hago, porque no olvido mis promesas. Porque juré hacerte feliz y no me dejaste. Me duele todavía ¿Sabés?
Nada tiene sentido. Ni mi pena, ni tu alegría.
