For a pessimist, I'm pretty optimistic
viernes, 12 de julio de 2013
¿La verdad? ¿Existe tal verdad? ¿Mi verdad? ¿Querés saber mi verdad? La pifié. La pifié feo, lo sé. Creí, sin creer, sin querer, dando por entendido, porque así se dio, porque no fui yo quién puso así las cartas sobre la mesa, que esa era una nueva forma, una nueva yo. Y si, ¿Sabés? tenía el presentimiento que algo mal estaba haciendo pero intenté, porque me acostumbraste, porque supuse que si alguien hacía todo por hacerme bien merecía de mi mera oportunidad. Pero fue ahí, fue justo ahí donde todo fue mal. Desde el principio, porque no debía ni debo dar oportunidad a nadie, porque así me ubico en una postura, ya, de antemano, superior. Y, ¿Cómo querés que siga? Así siguió. No, no me dí cuenta. No fue apropósito, creeme, que a veces ser hija de puta una no lo hace con propósito o dandose cuenta. Que se yo, que vas a saber vos. Yo no sé nada, acá no hay mal ni bien, solo la pifiamos. Pero qué difícil es hacer darle cuenta a una persona enamorada que simplemente sos ser humano, que la pifias, que el amor de su vida no es amor para toda la vida, que pasa. Perdón, ¿Qué mas puedo decir?