'Permiso, puedo prenderme un pucho?' Siempre tratando de no incomodarme, mejor dicho, de hacerme sentir cómoda. Yo semi-desnuda asentía desde la cama con un exagerado gesto condescendiente al estilo de la realeza británica, una reverencia acompañada con una mano que giraba como giran la de los políticos en discurso. Te reías y después ya con la poca sonrisa entre labios que te quedaba lanzabas esa mirada que hace levantar ambas cejas y tirar el mentón hacía abajo y adelante, como quién espera aprobación. Miraba la pila de cosas junto al televisor y vos me preguntabas cosas que no recuerdo. Tal vez me colgaba mirando "Me verás volver" y vos comentabas algo de la canción. Vos siempre analizabas. Yo ahora pienso: En realidad vos eras y quizás seguirás siendo para mí esa fantasía que solo a personas con suerte se le da cumplir. Yo había hecho lo que quería, porque en ese momento sentí que no había rienda que pudiese manejarme. Ahora, ahora siento que algo tira. Tira y me gusta. Tira y me quiero quedar a donde me tire.
'¿Otra vez?' No sé si soy propensa a los quilombos o realmente a la vida le gusta mantenerme entretenida. Ahora, mirandote, sabía que no existía mayor deseo que el que tenía de hacerte mío.
'Creí que iba a durar más, con franqueza' ¿Cuánto más podría durar esto que no es más que una locura de deseo? ¿Durar? ¿Para qué? ¿Con qué fin? 'Seamos amigos' se me ocurrió pensar...