For a pessimist, I'm pretty optimistic

lunes, 9 de septiembre de 2013


Y cuando todo el mundo se iba y nos quedábamos los dos
entre vasos vacíos y ceniceros sucios,

Qué hermoso era saber que estabas ahí como un remanso,
solo conmigo al borde de la noche,
y que durabas, eras más que el tiempo,

eras el que no se iba
porque una misma almohada
y una misma tibieza
iba a llamarnos otra vez
a despertar al nuevo día,
juntos, riendo, despeinados.