Y esta noche... que prefiere no querer, que desea no dormir y salir. Que desearía sentarse en un banco a caminar por las luces. Esta noche que me tiene aislada de mi sol, presa en la búsqueda del rayo artificial que me confunda la mirada y me haga sentir el profundo de esa oscuridad. Ese frío propio que solo la ciudad de Buenos Aires en días donde la gente duerme cansada pensando en el mañana, podría hacerme sentir, un poco, como en estas cuatro paredes me encuentro. Pero no estoy en Florida ni en el silencio de la ciudad que descansa, estoy caminando acá, ¿donde más? En mi cabeza y, creo... creo que estoy acá.
Qué desconsuelo me trae a mal traer. Que pena donde se encuentra el alma, ahí cerca de la garganta donde no encontrás mas que el apretón y el porqué que no sabe qué. Cuánto silencio he de guardar, cuanta empatía me deshace el corazón.