Y por lo tanto habrá cada vez menos artistas y mas gente preocupándose en mostrar y aparentar y no en ser. Menos gente que busca el rapto de la belleza natural y más sumergida imitación.
Quiero salir, quiero ser (aunque eso me lleve a descubrir que no soy nada, diría Cortázar) Quiero ver, quiero vernos - porque ya no hay deseo propio que no te quiera incluir, aunque esto se trate sin dudas solo y solo de mí - Ver, mirar, perderme: Éxtasis místico.
Quiero que me robe el tiempo la felicidad que aporta la vida contemplativa y su sucesiva pausa en un solo "click", tiempo que es eternidad, un momento supremo. Quiero el mundo noble al cuál me traslado a través de ese lente. Es el arte, el placer y su milagrosa intensidad en su brevedad, lo efímero que paradójicamente nos colma y nos vacía al mismo tiempo, con un gramo de nostalgia. Retener ese instante para mí, entonces, es la mayor necesidad del alma, lo que me llena. Llegar al plano superior al que aspiro inconscientemente, que me arranca del mundo. Traspasar las limitaciones del encanto y hacer eterno ese momento. Eso, es la fotografía para mí: Estar, crear, ser.