For a pessimist, I'm pretty optimistic

lunes, 17 de febrero de 2014

sábado, 15 de febrero de 2014

Tratemos que sea verdadero

San Valentín es un momento para hacer lo que nos gusta como pareja, juntos. Es otro momento más, sí.. pero tiene otra sensación, tal como el Año nuevo. Hay un cierto aroma y sensación en el aire, quizá a pólvora de niños que no aguantan hasta las 12 y tiran lo que el tío buena onda compró a Cien Fuegos, o en la gente saliendo de sus casas con comidas preparadas para dirigirse a otros lugares, bien vestidas; En iglesias de pronto llenas porque se recuerda que hay que agradecer por todo el año que pasó. Hasta las luces de los autos parecen diferentes si se va por una autopista, sabemos que todos vamos a encontrarnos, si tenes la suerte, con gente que querés. Y sino, o no te importara porque todavía no aprendiste a valorarlo, o lamentaras no poder hacerlo, y aunque te encuentres solo en tu casa deseando que fuese un día mas, no se puede: Esa sensación de Año Nuevo inexplicable, no se puede evitar. (Aunque con las drogas de hoy en día "en una de esas"...)
La diferencia radica en que San Valentín si bien tiene esa sensación especial, si es evitable, existe gente que la pasa por alto, que cree que es un día comercial. Pero el que vive de recuerdos o le gustaría tener un recuerdo paradójicamente ese, que menos le gustaría recordarlo y mas evitarlo, es la que mas lo recuerda, por eso creen que es inevitable. Pero si no hay con quién, debería ser una fecha más. No tiene porque ser como un año nuevo o una navidad, que la costumbre familiar de siempre te haría pensar que si no la tenes para festejarla sería una gran perdida. Si no hay con quién en El día de los enamorados, hay que dejarlo pasar. Simple.
La realidad es que el 14 de Febrero no es una fecha que llevas desde pequeño... Surge cuando existe ese alguien más, y si deseas compartir lo que sea en ese día, tendrá un gustito especial. A decir verdad también, el hombre podría generar ese sentimiento especial planeando y sorprendiendonos en otra fecha, o nosotras a ellos, pero... Somos seres humanos, y si sos de las mías, tu pareja es tu compañía, no la única luz en tu camino. Si dentro de tu rutina encontrás algo que le gusta se lo compras... Pero que mejor que saber que existe un día en que podemos recordarlo juntos, y que se sienta especial.
Con este tema surgen los clichlés que molestan a todos: Chocolates, ositos, flores (Del cliché "telo" nadie se queja) y el odio que producen. En mi mundo, un osito no me demuestra la mas puta muestra de cariño y me parece asqueroso, sin pretender ofender a nadie, pero si en el mundo de una pareja el osito es lo que a ambos los complace y los hace sentirse bien, entonces regalense camiones de ositos. San Valentín se festeja como cada uno quiere. Si tu novia es una compradora complusiva de tomates verdes y máscaras de Darth vader y le queres comprar eso, hacelo, que sea personal, eso es lo lindo. Y por sobre todo, que sea verdadero.
Los clichés nos llevan a pensar que son cosas que los tipos hacen cuando no tienen ganas de pensar que carajo comprar, o cuando la pareja es una cosa insulsa manejada por la mujer que da los tips exactos para sentirse la reina que maneja a su rey cual servidor. Es verdad, que existen, existen, pero no dejemos aplastar nuestros propios San Valentines, tratemos de ser verdaderas.
En la búsqueda de esto mismo, no quise presionar a quien piensa como acabo de ejemplificar, mi pareja.
A mi novio nunca le gustó ningún festejo, actualmente conmigo tampoco. Y creía que era todo un enorme cliché, ni pensar en asomarse a quedar como un boludo dependiente. Él es hawaii, yo soy París. El es mar, arena, surf. Yo soy asfalto, café, arquitectura. Así que, no, no coincidimos. De San Valentín no dije nada para que no ejercer una presión y sentirme una mina más. Y así, sin pedir absolutamente nada, sin pensar en los estereotipos, él entendió que yo no pedía mas que nosotros, como eramos, ese día, juntos. Planeó en forma sorpresa una cena, compró unas entradas para un stand-up y me regaló un libro de Soda Stereo que vimos al pasar cuando caminabamos a la salida de Paseo la Plaza, por Corrientes. Eramos nosotros, tarados, riendonos, disfrutando las milanesas en el Club de la Milanesa, mas tarde muriendonos en la risa que provocaba un sanguche (como dirian en How I met your mother)
Ese fue mi San Valentín, nuestro San Valentín. Debe ser un gran mérito como mujer saber que logras tener a un hombre que te cumpla los caprichos, pero yo creo que es aún mayor mérito, no exigir nada, y que las cosas lleguen para compartirlas como lo que somos, dos.